Y no hay nada como un día en el que solo haces que reír, no hay nada como pasar un día entero con las amigas. Fuera de casa. Charlando de todo y nada, cantando, riéndo, soñando, descubriendo, siendo feliz con las cosas más simples y sencillas del mundo. Sin relojes, sin prisas, sin miedo, y sin acordarme de tí. Nada como el verano, como el agua, como el campo, como esa sensación de tenerlo todo en esos momentos y en realidad tener muy poco, pero ser feliz así, sin más.
Y más tarde, darse cuenta de que eres importante para algunas personas, que mereces la pena, que eres interesante y que despiertas curiosidad en algunas personas. Creo que eso se llama ... sentirse bien. ¡Sí, así era!
¿Ya era hora no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario