Señor C.

Ya caerás como he caído yo, como han caído muchas y como habrán de caer otras cuantas.
Reconozco que estoy celosa, reconozco que quiero que esto acabe cuanto antes, que pases una noche con él, que tú lo olvides, que yo lo olvide, que él te olvide, que no me olvide a mí... estos son los sentimientos que se le cruzan a una cuando '' tu primer amor clandestino'' le pide ''amor clandestino'' a tu amiga que va sobrada en ''amores clandestinos''
Lo de él es de esperar, ya que si no es con mi amiga, será con cualquier otra, pero que lo hagas tú quizás me deje una espinita clavada. Puedo advertirla, puedo aconsejarla pero nada valdrá, a veces me recuerda a mí, la veo tan ilusionada como lo estaba yo hace un mes contigo, tú serás la número 19, yo fui la número 18, o eso dice él. Como puede poner números a las personas, como si fuéramos una mercancía, ganado o incluso algo peor que todo eso...
Ay! Señor C, que me hiciste soñar una vez, y me ilusioné contigo como una niña pequeña con un juguete nuevo. Ay! Señor C,  que la estas ilusionando a ella también. Como odio a esos hombres que te besan como si fueras única y se olvidan de ti al tercer día. Lo que peor llevo darme cuenta de cómo eres realmente, le dices a las niñas lo que quieren oír tal y como lo quieren oír. Duele darse cuenta de que la mitad de las cosas que me decías no las sientes realmente. Solo puedo decirte una cosa, que te vaya bien, espero que algún día seas capaz de enamorarte, y querer, porque eso es verdaderamente bonito. No sé si tu corazón estará preparado para sentir eso, no sabes querer.